Ah... La bebida de los Dioses.
No estoy bromeando, así lo llamaban los Mayas alrededor del siglo IV a.C.
Éste atesorado alimento que nos provee la semilla de cacao es actualmente uno de los sabores más populares en la industria de los alimentos en todas sus formas.
Incluso, nuestros antepasados le otorgaban poderes afrodisíacos y de fuerza por sus componentes estimulantes.
El chocolate es sin dudas uno de los alimentos más maravillosos que se hubiesen podido inventar, sin embargo, debido a su contenido calorífico (5.46 kcal/g) la humanidad hemos creado este tabú de que "el chocolate engorda".
Primero que nada, el chocolate NO engorda, los que engordamos somos nosotros por que no sabemos las porciones y las medidas en las que debemos basarnos diariamente para alimentarnos, Y ESTO OCURRE CON TODOS LOS ALIMENTOS.
La razón de que nosotros al pensar en chocolate, pensemos en gordura, granitos en la cara, hiperactividad, etc; se debe a que para que el chocolate tenga el sabor y la forma con la que lo conocemos, se debe de mezclar con leche, azúcar y otros productos derivados de la manteca de cacao.
Sin embargo, hay una frase popular que dice:
"Nueve de cada diez personas aseguran amar el chocolate; el décimo, miente"
Lo que no es broma es que el chocolate es uno de los grandes placeres de la vida y, además de ser delicioso, diversas investigaciones han reconocido múltiples beneficios tanto en su consumo como en el de sus derivados.
Estudios recientes se ocuparon de mostrar las ventajas del chocolate. Uno recientemente reconocido fue el de la Universidad de Grenoble que descubrió que una dieta rica en flavonoides ayuda a mantener el corazón jóven, afirmaron los autores del Proyecto Flora, realizado por esa universidad en colaboración con otros centros de investigación europeos, y cuyos resultados fueron publicados en la revista Journal of Nutrition.
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